Bolivia – Donde el cielo toca la tierra
Un viaje a paisajes imposibles, culturas milenarias y horizontes que borran cualquier frontera entre cielo y tierra.
Puerta cálida al altiplano
Santa Cruz
En el corazón tropical del país, Santa Cruz recibe con plazas sombreadas, aromas de frutas y un ritmo pausado.
Entre fachadas coloniales y mercados llenos de color, un guía local te conduce a rincones que no aparecen en los mapas, culminando con un cóctel privado al atardecer sobre una terraza histórica.
La ciudad blanca y sus secretos
Sucre
Cúpulas, claustros y calles empedradas relucen bajo el sol andino. En la calma de la madrugada, accedes a una terraza reservada para contemplar el despertar de la ciudad. Un maestro tejedor te recibe en su taller para desvelar símbolos ancestrales que aún viven en cada hilo.
La huella de la plata
Potosí
Historia escrita en piedra
Antigua Villa Imperial, donde las campanas aún marcan el tiempo y la historia se escribe en piedra. Un conservador te abre salas cerradas de la Casa de la Moneda, revelando piezas que rara vez ven la luz. Al caer el sol, la ciudad se tiñe de cobre, vista desde el campanario de un convento centenario.
El espejo infinito
Uyuni
Cuando el salar se cubre de agua, cielo y tierra se funden en un solo horizonte. En mitad de este desierto blanco, una mesa privada espera con alta gastronomía andina y vinos de altura. De noche, un astrónomo te guía bajo un cielo donde la Vía Láctea parece al alcance de la mano.
Pinturas de la naturaleza
Reserva Eduardo Avaroa
Suspendida entre montañas, La Paz se explora desde el aire, flotando en teleférico sobre mercados y callejuelas
Entre montañas
Un bordador te abre su taller, mostrándote el arte y el simbolismo de trajes festivos. Al anochecer, un cóctel en la azotea de un edificio histórico ofrece la mejor panorámica de la ciudad iluminada.
Puerta al tiempo
Tiwanaku
A solas con un arqueólogo, caminas entre monolitos y templos que han visto pasar milenios. En una ceremonia de bendición guiada por un yatiri, sientes cómo la cosmovisión andina conecta el presente con lo eterno.
El azul que lo envuelve todo
Lago Titicaca
Isla del Sol
En el amanecer más alto del mundo, el agua se tiñe de plata y el silencio abraza. En la Isla del Sol, una comunidad te recibe para compartir música, cosechas y relatos que se transmiten de generación en generación.