Polinesia Francesa – Donde el paraíso se convierte en arte de vivir
Un viaje por islas míticas y atolones escondidos, donde la naturaleza intacta y la hospitalidad polinesia se entrelazan en una experiencia irrepetible.
La puerta de entrada al edén
Tahiti
Tahiti es el inicio de todo viaje polinesio. Entre mercados de flores, montañas cubiertas de selva y lagunas turquesas, la isla combina la vida local más auténtica con paisajes que anticipan lo que vendrá.
Tip Luxury Atelier
Una cena privada a la orilla del mar, en una playa iluminada con antorchas, donde un chef local prepara platos tahitianos fusionados con técnicas de alta cocina francesa, maridados con champán.
Hoteles sugeridos: InterContinental Tahiti Resort & Spa, con sus jardines frente a la laguna y vistas al mítico Moorea.
Le Tahiti by Pearl Resorts, con suites frente al mar y la mejor ubicación para sentir el ritmo polinesio.
El corazón verde de la Polinesia
Moorea
Montañas en forma de catedral, bahías profundas y lagunas que cambian de azul a verde esmeralda. Moorea combina aventura y serenidad: caminatas por bosques de piña, snorkel con rayas y tiburones de arrecife y atardeceres imposibles.
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Un crucero privado en catamarán con degustación de vinos franceses y quesos polinesios mientras el sol se esconde tras la bahía de Opunohu.
Hoteles sugeridos: Sofitel Kia Ora Moorea Beach Resort, con bungalows sobre el agua y arena blanca de ensueño.
Hilton Moorea Lagoon Resort & Spa, entre las montañas verdes y la laguna cristalina.
La joya turquesa
Bora Bora
La isla más famosa del Pacífico es un icono de belleza. Su laguna, rodeada de motus y dominada por el monte Otemanu, ofrece una paleta de azules imposible de describir. Bora Bora es lujo, exclusividad y romance elevado a su máxima expresión.
Un vuelo en helicóptero privado sobre el monte Otemanu, terminando en un islote exclusivo para una cena privada con cava y música polinesia en vivo.
Hoteles sugeridos: Four Seasons Resort Bora Bora, con villas sobre el agua y servicio legendario.
Conrad Bora Bora Nui, entre acantilados y lagunas privadas, con villas de diseño espectacular.
El secreto mejor guardado
Tikehau
Un atolón circular rodeado de arena rosada y lagunas intactas. Tikehau es naturaleza pura: colonias de aves, arrecifes prístinos y un mar turquesa que parece infinito. Aquí el tiempo se detiene para quien busca aislamiento absoluto.
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Una expedición privada en barco a islotes deshabitados, con picnic gourmet en una playa solitaria y snorkel en arrecifes donde casi nadie ha nadado.
Hotel sugerido
Tikehau Pearl Beach Resort, con bungalows sobre arena rosada y villas flotantes que parecen tocar el horizonte.
El jardín secreto de la Polinesia
Taha’a
La isla de la vainilla, íntima y perfumada, rodeada de arrecifes y lagunas turquesas. Menos visitada que Bora Bora, conserva una esencia auténtica y silenciosa, con vistas continuas al horizonte.
Visita privada a una plantación de vainilla con cata de ron local y tarde de spa polinesio en una plataforma flotante sobre la laguna.
Hotel sugerido: Le Taha’a by Pearl Resorts, miembro de Relais & Châteaux, con bungalows sobre el agua frente a Bora Bora.
La isla privada de Marlon Brando
Tetiaroa
Un atolón exclusivo, antiguamente propiedad de la realeza tahitiana, convertido en refugio de lujo absoluto. Aquí todo respira sostenibilidad, privacidad y belleza intacta.
Tip Luxury Atelier
Vive un ritual de bienestar polinesio en el Varua Spa, escondido entre palmeras y lagunas secretas, seguido de una cena bajo el cielo estrellado servida en la playa, con ingredientes cosechados en la propia isla.
Hotel sugerido: The Brando, uno de los resorts más exclusivos del mundo, donde villas privadas con piscina se abren directamente a playas vírgenes.